Siempre he detestado a los poetas, en parte porque ejercen un oficio inútil y aparentemente elitista. Ser poeta es cultivar la poesía. Esta idea me perturba, porque la poesía no necesita ser cultivada. La poesía está en todas partes y en todos los oficios. Weinberger lo sabe y a través de este texto, que es un ensayo literario, explora una de las obsesiones primigenias en todas las culturas, y que sigue vigente aún hoy a través de la ciencia, ¿qué son las estrellas? y basta hacerse esta pregunta para que la poesía se materialice en nuestros pensamientos.